Un borracho ve a un grupo de «bautistas» dentro de un río practicando el rito del Bautismo. Sín pénsarselo dos veces, el borrachito entra dando traspiés dentro del agua, se acerca al predicador y se queda a su lado.
Entonces el predicador se gira, ve al viejo borracho y le pregunta:
-Señor, ¿está usted preparado para encontrar a Jesús?
El borrachito se da la vuelta y dice:
-Si, lo estoy.
El predicador entonces sumerge al tipo dentro del agua, lo vuelve a sacar y le pregunta:
-¿Ha encontrado a Jesús?
-No -responde el borracho.
El predicador lo vuelve a sumergir un poco más de tiempo y cuando lo saca le pregunta:
-Y, ahora, hermano, ¿has encontrado a Jesús?.
-No – vuelve a responder el borracho.
Enfadado, el pastor lo agarra, sumerge la cabeza dentro del agua durante casi un minuto y enojado le pregunta otra vez:
-Por la gracia de Dios!!! ¿has encontrado a Jesús ya?
El viejo borracho se seca los ojos y medio ahogado le implora:
-No, carajo!… pero… está seguro que se cayó por aquí?