Una vez se encontraron tres locos en un desierto. Llevaban varios días de recorrido y no habían encontrado nada para comer y mucho menos para beber. Después de cinco días, los tres locos encontraron un viejo automóvil en medio del desierto, uno de los locos pregunta:
– ¿Para qué nos puede servir este auto?
El segundo le contesta:
– Yo no sé, pero tiene que servir para algo.
El tercero le responde:
– Yo me voy a llevar un asiento para sentarme cuando me canse.
El segundo le dice:
– Yo me voy a llevar el radiador para tomar agua cuando tenga sed.
El primer loco le dice:
– Pues, yo me voy a llevar una puerta.
Y los otros locos le dicen:
– ¿Una puerta? ¿Y para qué?
A lo que el primer loco le contesta:
– ¡Para bajar los cristales cuando tenga calor!