Página de Chistes

Naufragos en una isla desierta

Estos eran unos náufragos que fueron a dar a una isla desierta. Como no tenían qué comer, decidieron echar a suertes quién se sacrificaría para que los demás se lo pudieran comer. Pues resulta que se comieron uno… y otro… y otro… y nadie llegaba a rescatarlos.

Total que, al final sólo quedaban dos: un flaco, y un gordito. Echan suertes… y pierde el gordito. Ya lo va a matar el otro, cuando se pone a gritar:

– ¡No me mates! ¡No me mates! ¡Yo sé donde hay un montón de latas de frijoles escondidas…!

– ¡Desgraciado…! ¿Y por qué no nos lo habías dicho?

– Es que a mí no me gustan los frijoles…!!

 

 

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