Iba un niño de unos 14 años andando por la calle arrastrando de una cuerda a una rana aplastada. Llegó hasta uno de estos locales de mala reputación que tienen una luz roja en la entrada y llamó a la puerta. La madame abrió la puerta y al ver a alguien de esa edad le preguntó que quería.
Él respondió que quería hacerlo con una de las chicas del local y que tenía suficiente dinero para pagar y que no se iría hasta conseguirlo. La madame lo pensó y decidió ¿por qué no?, y le dijo que pasara.
Cuando dentro lo invitó a que escogiera entre las chicas la que más le gustara, él preguntó si alguna de las chicas tenía alguna enfermedad y desde luego, la madame respondió que no.
Pero él había escuchado a los hombres del pueblo decir que habían tenido que ir al hospital a recibir tratamiento tras haberlo hecho con Marlene y esta era la chica que el quería. Teniendo en cuenta que el niño estaba tan obstinado y tenía dinero, la madame le dijo que Marlene estaba subiendo por la escalera y que fuera a la primera habitación a la derecha.
Siguiendo las instrucciones, subió por las escaleras arrastrando la rana aplastada. A los diez minutos baja por las escaleras, sigue arrastrando la rana, paga a la madame y se dirige hacia la salida, momento en que la madame lo ve y le pregunta por qué ha escogido a la única chica que tenía en el local con una enfermedad, en lugar de cualquiera de las otras.
Él responde: «Esta noche cuando llegue a casa, mis padres saldrán a cenar y me dejarán con la niñera. Cuando se hayan marchado me lo haré con ella, puesto que le gustan mucho los chavales jovencitos y ella pillará la enfermedad que yo acabo de pillar. Cuando vuelvan mis padres, mi padre llevará la niñera su casa, y por el el camino se la beneficiará y pillará la enfermedad. Cuando papá vuelva, mamá y él se acostarán, lo harán y ella también pillará la enfermedad…
Por la mañana, cuando papá se marche al trabajo, el cartero traerá el correo y le pegará un polvete rápido a mi mamá y él también lo pillará, y este es el hijo de puta que atropelló mi RANITA.