Durante una clase de moral y buenas maneras, la profesora dice a sus alumnos:
– Miguel, si fueras a cortejar a una joven de buena familia, muy bien educada, durante una cena íntima para dos, y tuvieras necesidad de ir a los servicios, ¿qué dirías?
– Espérame un momento, que voy a echar una meadita.
– Eso sería muy grosero y maleducado por tu parte.
– Juan, ¿cómo lo dirías tú? – Perdón, pero tengo que ir a los servicios. Vuelvo enseguida.
– Eso está mejor, pero resulta desagradable decir «servicios» durante una comida.
– Y tú, Jaimito, ¿serías capaz de usar tu intelecto, al menos por una vez, para intentar mostrarnos tus buenas maneras?
– Yo diría: «Querida, te pido perdón por ausentarme un momento, pero voy a dar la mano a un íntimo amigo que espero poder presentarte después de la cena.