Un vendedor se dirige hacia un señor que va a viajar. El vendedor tiene en sus manos dos grandes maletas, pone las maletas en una silla cercana y le dice:
– Mire señor, estoy vendiendo este reloj.
El señor le responde:
– No gracias, tengo reloj.
– Pero este es un magnifico reloj, mire lo que hace, y el vendedor presiona un pequeño botón y sale una pequeña pieza musical.
El señor le responde:
– Gracias, pero tengo radio.
– Pero eso no es todo, dice el vendedor y le pide su número telefónico, y presiona un pequeño botón y se encuentra llamando a su casa.
El señor convencido le pregunta al vendedor:
– ¿Cuánto cuesta?
– Eso es lo mejor, solo cuesta 200 pesos, dice el vendedor.
– Está bien, responde el señor.
– Mire es suyo, que le vaya bien, y se va.
En eso lo llama el señor y le dice:
– ¡Dejó sus maletas!
Y el vendedor le responde:
– ¡No, esas son las baterías!