Un joven de un pueblo muestra especiales dotes para la música vanguardista. Reunido el Consistorio y no sin influencias de la madre del muchacho, deciden pagarle una costosísima beca para que amplíe estudios en Austria.
A la vuelta de tres años, regresa al pueblo con los estudios terminados. Se organiza un concierto en el teatro del Ayuntamiento que congrega a todo el pueblo orgulloso de su chavalote.
Comienza el concierto, el muchacho que se había especializado en música vanguardista, sometió a la audiencia a una interminable serie de sonidos casi insoportables, excepto claro está, para su madre.
En el descanso se acerca la madre al Alcalde y le dice:
– ¿Qué le parece la ejecución de mi hijo?
Y el Alcalde:
– Tanto como una ejecución, me parece excesivo, pero unas cuantas ostias no se las quita nadie cuando acabe el concierto!!