Se produce un atraco a una joyería… La policia, como no, acude rápidamente al lugar de lo hechos, tras varias horas inspeccionando la zona, ni una sola pista. En esto que comenta el cabo a su compañero:
– No podemos presentarnos ante el jefe con las manos vacías, ya sabes que tiene muy mala ostia ¿que hacemos?
El compañero se queda mirando un rato el lugar, y en un portal cercano ve durmiendo plácidamente un borracho, y dice:
– ¡¡Ya está!! Principal sospechoso el borracho
Y se lo llevan a comisaría. Una vez allí, comienza el interrogatorio por parte de «cabreado» superintendente:
– Muy bien simpático ¿dónde están las joyas? (el borracho ni palabra)
– ¿Qué donde están las joyas, no disimule? (y el borracho durmiéndola, ni palabra)
Tras preguntarle unas 10 veces, y lógicamente no encontrar respuesta, dice: ¡Cabo traigame un caldero de agua fría, verá como se espabila éste!
Le coge la cabeza al borracho y comienza a meterla en el caldero mientras le pregunta una y otra vez:
– ¿Dónde están las joyas? ¡¡Colabore!! ¿Dónde están la joyas?
El borracho comienza a despertar, y tras unos minutos, y sin entender nada de lo que pasaba, grita:
¡¡Contraten un buzo por favor, que yo no las encuentro!!