Durante más de veinte años un hombre ha mantenido relaciones con una mujer de su misma edad. Una noche, después de la cena, la mujer se aventura a decirle:
– Carlos, ¿no te parece que, después de tantos años de relación, sería hora de casarnos?
– ¡Seria muy hermoso, querida! pero… ¡seamos sinceros!, ¿quien quiere casarse con nuestra edad?